- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
El servicio de transporte urbano en la ciudad de Santa Fe podría verse afectado este jueves a raíz de un conflicto entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la empresa ERSA. El gremio declaró el estado de alerta tras el despido de un chofer, al que califican como “injustificado”, y anticipó que, si no hay una respuesta favorable en la mañana, podrían comenzar medidas gremiales desde el mediodía.
“Estamos en estado de alerta por el despido de un compañero, que afecta a las líneas 1, 2, 3, 9 y 15. Desde la parte gremial estamos pidiendo su reincorporación”, expresó Sebastián Alen, representante local del sindicato. Las acciones anunciadas incluyen asambleas en los puntos de partida de cada línea, lo que alteraría las frecuencias habituales del servicio.
La situación genera preocupación entre los usuarios del transporte público de la capital provincial, que podrían enfrentarse nuevamente a interrupciones sin previo aviso. En un sistema ya golpeado por demoras, falta de unidades y frecuencias irregulares, una medida como la anunciada afecta directamente a quienes no tienen otra forma de movilizarse.
El reclamo gremial, centrado en la reincorporación de un trabajador, no está acompañado por información pública sobre los motivos del despido ni por datos que permitan evaluar si se trata efectivamente de una decisión arbitraria. Sin ese contexto, resulta difícil justificar la amenaza de paralizar cinco líneas que utilizan miles de personas todos los días.
Desde el sindicato aseguran que la medida podría comenzar “a media mañana o al mediodía”, y no descartan su extensión si la empresa mantiene la decisión. Sin embargo, no se mencionaron instancias previas de diálogo o recursos legales utilizados antes de acudir a la acción directa, lo que alimenta el malestar entre los usuarios.
En un momento en que el transporte público necesita recuperar la confianza de la ciudadanía, estas medidas generan más dudas que certezas. ¿Puede un solo despido desatar semejante impacto? ¿No debería resguardarse el derecho de los pasajeros a viajar con normalidad?
En contextos como el actual, donde el servicio público está en crisis, la responsabilidad de todos los actores es clave: empresas, Estado y sindicatos. Pero sobre todo, debería cuidarse al usuario, que hoy vuelve a ser rehén de una disputa que no le pertenece.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario